domingo, 27 de noviembre de 2016

Marrón Glacé

¿Sabes de que viene aquello de no comerse un rosco? Si lees todo, lo sabrás.
Cuando llega el invierno aparece  el inconfundible aroma de las castañas asadas que  desprenden los puestecillos donde se asan al rescoldo de las brasas.
Uno de los recursos de reserva calóricos de los primitivos pobladores eran las castañas que hacían acopio de ellas y las mantenían desecadas para poderlas consumir tras remojarlas en agua.


El marrón glacé, es un destilado elaborado pastelero propio del siglo XVIII, que requiere además de una depurada técnica la generalización del empleo de azúcar en preparaciones pasteleras. Las castañas se toman habitualmente asadas durante el invierno, son parte de la alimentación diaria de las clases modestas y en la alta cocina, aparte los glaseados citados, se emplean casi exclusivamente en forma de guarnición.
Marrón Glacé ¿como se hace?
Para hacer Marrón Glacé, en primer lugar tenemos que escoger castañas buenas y grandes, a las que quitaremos la corteza y la piel.
Seguido prepararemos un almíbar muy denso con el mismo peso de azúcar que de castañas peladas, una hebra de vainilla y 1/2 litro de agua por cada kilo de castañas.
Cuando el almíbar haya alcanzado el grado de “gran lisado” (30 grados en el pesaalmibares),  incorporamos las castañas, dejándolas hervir lentamente durante 10 minutos.
Trasladamos el contenido del cazo a una terrina y dejamos macerar hasta el día siguiente.
La operación debemos repetirla al menos 4 veces a intervalos de 24 horas; importante que las castañas no deben hervir más de un minuto cada vez.
Cuando ya no queda almíbar se toman las castañas una por una con la ayuda de unas pinzas y las colocamos sobre una reja para ponerlas a secar en el horno.
Guardamos en una caja de madera forrada de papel protector, en sitio seco y fresco.
Esta fiesta también tiene su componente pícaro: algunas mozas casaderas guardan castañas asadas en la faltriquera, que pende por fuera de la falda y los pretendientes se acercan a coger una castañita asada, exactamente igual que ocurría con las rosquillas enhebradas en junco en fiestas del interior. Ya saben ahora que ‘no comerse un rosco’ es lo mismo que ‘no comerse una castaña’, es decir, que te den calabazas.
Los Marrón Glacé son un manjar y de echo las comerciales tienen un precio elevadísimo… ¿Te ha gustado esta forma de elaborar los marron glace?
Las castañas
En Asturias se celebraba una fiesta llamada del magosto (magüestu) hoy casi extinguida. La fiesta consiste en que se reúnen los vecinos para comer castañas, bebiendo y bailando alrededor de la hoguera.
Pero esta fiesta tiene su componente pícaro: las mozas casaderas guardan castañas asadas en la faltriquera, que pende por fuera de la falda, entonces los pretendientes se acercan a coger una castaña asada, exactamente igual que ocurría con las rosquillas enhebradas en junco en fiestas del interior. Ahora ya sabéis que aquello de ‘no comerse un rosco’ es lo mismo que ‘no comerse una castaña’, o lo que es lo mismo, que te dan calabazas.

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